Nos pasamos, segundos, minutos, horas, dias, semanas, meses, años pensando en el futuro, tanto en el cercano como en el lejano, en las cosas que van a ocurrír, las que queremos que ocurran y las que no queremos. Y planificamos todo para que el futuro sea como nosotros queremos, no nos resignamos, es como si quisiesemos manejar todo, como si no soportaramos estar a la deriba de lo que puede llegar a ocurrir. Planificamos al divino pedo porque nunca sabemos si las cosas van a salir como esperamos, en realidad no deberiamos hacerlo, no podémos controlar todo, porque planificamos no solo nuestras acciones sinó también las del resto y no siempre las personas actuan como nosotros queremos que actuen o como creemos que van a actuar, y por ahí que cambie el actuar hace que el futuro que nosotros habíamos creado se desarme. Trabajamos para que las cosas ocurran como queremos y no pensamos en las concecuencias de lo que hacemos, pensamos en nuestro futuro, en el de nuestra pareja, familia, trabajo. No es que estamos pensando en el futuro de la sociedad, por lo cual más de una acción que tomemos, puede no gustarle a más de uno..

No hay comentarios:

Publicar un comentario